31/1/22

✨✨VIAJE A LA CUNA DEL JUGUETE (ONIL/IBI/CASTALLA)✨✨

Dos años y una pandemia después, en noviembre de 2021, finalmente dio comienzo esta particular peregrinación a la cuna del juguete, al lugar donde nacen los sueños de las niñas y niños que fuimos (y que muchos seguimos siendo)... ✨✨ Onil ✨✨




Sábado 13: La primera parada no fue Alicante sino Barcelona, donde tuve oportunidad de visitar El Museu del Joguet, en Figueres.



Un lugar mágico para cualquier coleccionista de juguetes que se precie, cuyas paredes incluso nos reciben y acompañan con frases célebres dedicadas al enaltecimiento de nuestra afición: "Los coleccionistas, más que otros, experimentan la nostalgia de un mundo que se descompone y la necesidad, cada uno a su manera, de salvar unos trozos de él para que nos sirvan de testimonio" (François Mathey). He de decir que todas ellas están escritas en catalán y es una pena que no haya traducción para aquellos visitantes que no lo comprendan.



Creado por y a partir de la colección particular de Josep María Joan Rosa en 1982 (este año es por tanto su 40 aniversario) y situado en el Hotel Paris de la Rambla Sara Jordá (Carrer de Sant Pere, 1), su horario de apertura al público es de martes a sábado (10:00 a 18:00 hrs) y el precio de la entrada son 7€ por persona (con 30% de descuento si presentas entradas de haber visitado antes el museo Dalí ).



Al poco tiempo de haber cruzado el umbral de sus puertas, uno de los empleados descubrió que el pequeño grupo de coleccionistas allí congregado portaban sus propias muñecas, a las que sacaban fotos por doquier... y enseguida debió correr el rumor entre el resto de compañeras, porque no tardaron en venir a saludarnos e incluso etiquetarnos en su instagram ;)




He de decir que todos se portaron fenomenalmente, respondieron todas mis preguntas e incluso la mismísima restauradora del museo se ofreció a acompañarme a conocer la muñeca más antigua del museo; una pieza de origen francés, con cabeza de porcelana, cuerpo de piel y ojos de cristal fabricada en 1860, que fue cedida por Carme Goig Pansu (conviene recordar que la amplia mayoría de juguetes que se exponen en los museos son donaciones de particulares y este tiene a bien señalarlo en las tarjetas informativas que los acompañan). 



Creo que podría quedarme a vivir una temporada en estos museos investigando cada muñeca, su origen, las posibles conexiones entre ellas y, sobre todo, aquellas que están en la reserva pendientes de restauración o simplemente almacenadas a la espera de ser expuestas... Si no tengo mal entendido, concretamente en este se puede ver tan solo un tercio del total de piezas con las que cuentan, ya que el resto sirven para ir renovando la sala de exposiciones de la planta baja cada dos meses. 




Sin duda alguna, este es un patio de recreo de los juguetes que han acompañado la infancia de tantas generaciones, incluida la nuestra. Mi marido tuvo la ocurrencia de que "es mala señal cuando vas a un museo a ver juguetes antiguos y en él encuentras expuestos aquellos con los que jugabas de niño"... a eso se le llama envejecer (qué le vamos a hacer!).  Y es que, como no podía ser de otro modo, colgadas de una pared también pudimos encontrar un quinteto de Nancys setenteras que fueron cedidas por Marta Felip y Anna M. Ortega Arbonés, entre las que sin duda destacaba una articulada morena ataviada con el conjunto malva completo. Tengo serias dudas de si la muñeca vestida de Ibiza no sería en realidad una Babydoll original, ya que la raya al medio era mucho más alargada de lo normal y el rizo, aunque algo deshecho, también parecía de fábrica. Sin embargo, la que se me ha quedado grabada en la retina es la pobrecilla del conjunto Preu que iba descalza, hay que donarle unos zuecos aunque sea, porque una Nancy jamás puede ir descalza ni sin ropa interior jaja Eché de menos otras muñecas también emblemáticas de la Famosa firma por allí, como su hermanita Lesly o Barriguitas, pero el museo siempre está abierto a nuevas donaciones de cualquier ejemplar que falte ;)




Si me tuviera que quedar con tan solo una muñeca de las que vi, sin duda alguna me cautivó la Mariquita Pérez llanisca, cedida por Conxita Mier Albert. Dudo mucho que el traje sea original (aunque es cierto que en su época se distribuyeron diversas Mariquitas regionales), la indumentaria de llanisca encarecería enormemente la (ya de por sí difícil de adquirir) muñeca, por la cantidad de piezas y adornos que lleva (la mayoría de nuestras muñequitas regionales -antiguas o modernas- portan un sencillo vestido de asturiana compuesto de madreñes, medies, refaxu, camisa, saya, mandil, dengue y pañuelu, el de Llanisca sería su versión burguesa que además del aumento considerable en adornos y la calidad de las telas también incluye pololos, xustillu y xugón -una chaquetilla para colocar al hombro-). Mier es un apellido de origen asturiano y más concretamente de la comarca de Llanes, así que imagino que en su día alguien tuvo a bien regalárselo a su dueña o incluso fue un encargo de la misma. Es un traje visiblemente antiguo, hecho con sumo cuidado y respetando al máximo la indumentaria tradicional, al que solo le faltó el detalle del pañuelo, que por añadidura requiere de cierta maestría para poder repicarlo correctamente y por eso suele ser más difícil verlo colocado. En cualquier caso es una pieza exquisita que a cualquier asturiano que lo visite le hará ilusión contemplar ;)




El museo tiene casas de muñecas que son un deleite para la vista, reproducciones de muñecas paleolíticas encontradas en diversos puntos de Cataluña, muñecas de barro, de porcelana, de cera... desde las antiguas Pepas de cartón al reborn, pasando por Mariquitas, Nancys o extranjeras como Shirley Temple o Barbie; del mundo como japonesas, esquimales o Matrioskas a figuritas decorativas, cacharritos, teatrillos, zootropos, juegos de mesa, de magia, de construcción, juguetes de madera, mecánicos,  soldaditos, coches, trenes, instrumentos musicales, videojuegos, disfraces, peluches y un largo etcétera que apenas soy capaz de recordar. Lo dicho, este museo es un lugar de obligada y reiterada visita para cualquier coleccionista o nostálgico del juguete en general y de la muñeca en particular, al que ya estoy deseando volver.



Lunes 15: bien temprano el coche puso rumbo a Alicante, con "escala" en Badalona para recoger a Isa García (actualmente más conocida como "la Organizer", apelativo cariñoso que le puse al enterarme de que sería la encargada de organizar, junto con Raúl "PMK Dolls" y José Nancy, el quinto encuentro de coleccionistas Nancyeros en Málaga de 2022 y en un futuro el de Valencia, que coincidirá con el 55 aniversario de Nancy). 




Hicimos alguna paradita para comer y de paso engañar con los km que restaban a mi marido, el M.A. Barracus de los automóviles, hasta que finalmente llegamos al apartamento, situado en la calle Biar. Como al llegar pude advertir que allí mismo se encontraba la fachada de Berbesa, me fui con mi Nancy y su amiga Fany, para tomarles una fotografía a las puertas de la fábrica de esta última (desde aquí me gustaría agradecer al caballero que me vio apurada, intentando que no se me resbalasen del contenedor donde intenté apoyarlas, y se ofreció amablemente a sostenerlas para la instantánea). Es una verdadera lástima que, de entre todas las fábricas de la Foia de Castalla, solo haya dos dispuestas a abrir sus puertas al público... Sin embargo podría ser interesante que guías locales hiciesen un recorrido, aunque solo fuera por los exteriores de las restantes (parecido al Celebrity Home Tours de Hollywood), con explicaciones sobre la creación y evolución que han tenido a lo largo de los años y sus modelos más representativos... ;)




Me gustaría decir que por fin pude salir a recorrer las calles de ese mítico lugar que vio nacer a nuestras muñecas favoritas, que visité la antigua fábrica de Famosa e incluso pude colarme y descubrir algunas joyas que descansaban allí desperdigadas esperándome durante todo este tiempo, pero... nada más lejos de la realidad. Sencillamente hubo que ir al súper a hacer acopio de alimentos y bebidas para preparar la cena y a descansar... 💤💤





Martes 16: Experiencia Guian-te.

Hace dos años, cuando tras habernos perdido el evento del 50 aniversario de Nancy en Onil (era imposible asistir a todos y, en la elección del momento, este quedó descartado en favor del de Barcelona) y que el encuentro multitudinario que se pretendió organizar en su día (pensaban incluso entrar en el Guinness de los récords, con muñeca conmemorativa incluida para todos los asistentes y la presencia de antiguos empleados de Famosa relatando sus vivencias) también resultase fallido, un pequeño grupo de coleccionistas decidimos ir por nuestra cuenta y riesgo a la aventura colivenca. 




Desde un principio me tocó ser la encargada de organizar las visitas a museo y fábrica y por aquel tiempo encontré una empresa llamada Guian-te de reciente creación, que ofertaban no solo la ruta de la muñeca en Onil sino también en Ibi (e incluso otra por Xixona con visita a fábrica de turrón incluida). Preparamos el viaje con demasiada antelación y con tan mala suerte que, cuando se estaba acercando la fecha, llegó la pandemia llevándoselo todo al traste... Este año, tras las campañas de vacunación y el relajamiento de las restricciones, decidimos retomarlo donde lo habíamos dejado contactando de nuevo con ellos y, aunque la visita a Xixona quedó descartada (ya que no se realiza con grupos inferiores a 10 personas), reservamos el día 16 al completo con ellos (Onil mañana e Ibi tarde). Me sorprendió que no hubiese que pagar entradas por adelantado (se abonan tras las respectivas visitas), pero lo consideré un plus ya que si, por cualquier otro motivo se hubiese tenido que cancelar el viaje, esto no nos hubiera supuesto una pérdida económica extra. Casi protagonizamos la secuela de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" cuando a pocos días de viajar, teniendo pagado el apartamento, los billetes y sin ninguna posibilidad de cambiar las fechas, surge un imprevisto que obliga a cancelar la ruta de Onil de la mañana, la más importante!... por suerte lograron solventarlo consiguiendo otro guía que se hiciera cargo. El museo siempre se puede visitar por libre, pero no así una de las fábricas que nos moríamos por conocer y cuyo recorrido fue posible gracias a Elena que, aquella soleada mañana de noviembre, nos llevó a visitar Berjuan...




Fundada el 7 de Febrero de 1977 por José Bernabeu, Francisco y Salvador Juan (el nombre viene a su vez de la unión de sus apellidos), padre y tíos respectivamente de la nueva generación de propietarios, encabezada por César Bernabeu a cargo de la gerencia (y que en su día también fuera presidente del Museo de la Muñeca, hasta que en 2016 decidió ceder la gestión enteramente al Ayuntamiento). Comenzó como auxiliar de otras empresas, llegando a fabricar cuerpos incluso para nuestra Nancy de Famosa, hasta que en 1987 logró consolidarse como marca propia. Ya a principios de los 90 podemos encontrar catálogos de Berjuan donde predominan los muñecos bebés, blanditos y gestitos (tan de moda en aquella época) y por tanto no es de extrañar que sus muñecas nos hayan acompañado toda una vida, aunque su reconocimiento no llegase hasta hace pocos años. El motivo del vertiginoso ascenso que han experimentado se debe sin duda a arriesgadas apuestas que han logrado despertar el interés no solo del consumidor sino de los medios de comunicación. 



Aunque ganó el Aro de Oro en la Feria Internacional del Juguete de Valencia de 1999 con su colección Tus Amigos del Mundo, el pistoletazo de salida lo dieron diez años después con Bebé Glotón (o The Breast Milk Baby en mercados internacionales) cuya particularidad consistía en la simulación de la lactancia materna. Esto no dejó indiferente a nadie y el escandalo estuvo servido especialmente entre el público anglosajón (donde se les acusó de auténticos disparates como promover la sexualización de las niñas), en cambio al poco tiempo recibieron el amparo de diversas asociaciones de apoyo a la lactancia, que además les otorgaron distinciones como mejor muñeco educativo en 2011. Desde entonces, su apuesta por la innovación ha ido in crescendo, hasta el punto que se plantean la sustitución del vinilo (derivado del petróleo) por otro material que pueda ser reciclado cuando termine su "vida útil"... muñecas biodegradables, que perecerán como los seres humanos (un gran avance para el medio ambiente pero una pena para los nostálgicos. A mí me gustaban aquellas generaciones que arreglaban las cosas en lugar de tirarlas... no podríamos tratar de seguir enseñando eso a nuestros hijos?).






Siendo conscientes de que la demanda del público infantil se centra sobre todo en los muñecos bebés, estos continúan siendo el producto estrella de la marca y entre ellos destacarían su Baby Susú interactivo (sin mecanismo) o el hiperrealista Sweet Reborn. Además son pioneros en la creación de líneas que actúan como repelentes de insectos o bacterias, como la muñeca Mosqui Doll, ya que mediante su fricción se liberan partículas con aroma a citronela que durante aproximadamente tres meses (un verano completo) mantiene alejados a nuestros bebés de los mosquitos o SaniBaby, cuyos vestidos se confeccionan con una tela (creada en colaboración con WEENUP y cuya eficacia aseguran que resiste más de cien lavados) neutralizadora de virus y bacteriastan interesante hoy día para prevenir contagios al compartir juguetes.






No solo han recuperado hermosos moldes de empresas como la tristemente desaparecida Nugolet Bebe, dándoles una segunda y hasta ahora exitosa oportunidad de la mano de muñecas como Sofía, Luci o Irene, sino que poco a poco han conseguido que modelos propios sean un punto de referencia en este país.






Líneas como las maniquíes Tessi (que contaron con el diseño de Teresa Sepulcre), Las Presumidas de inspiración Pin Up (en colaboración con Presumidas Moda años 50 y que comparten cuerpo con Tessi, lo mismo que ocurre con Luci e Irene) o Clara (distribuida en versión gótica, de sport o comunión) puede que tuvieran su público, pero ninguna llegó a alcanzar el éxito de Gretta, la graciosa muñeca modelo de 35cm, cuyo molde sirvió de base para la creación de la serie "La Maletita" del Museo de Onil y que a día de hoy se sigue comercializando con diversas líneas de moda e incluso trousseaus (actualmente tiene otra hermanita del mismo tamaño, pero de distintas facciones, llamada "My Girl"... aunque espero que más adelante la puedan rebautizar con un nombre cristiano).






Caso similar al de Patia, una muñeca con reminiscencias de New que obtuvo un merecido éxito con su vestido 3D inspirado en los patios de Córdoba (patrimonio de la humanidad desde 2012), diseñado por Rafael Girón y que resultó ganadora del premio al mejor juguete de 2016 (también se fabricó una hermanita de menor tamaño -21 cm- que a su vez conmemoraba las Mezquitas cordobesas). Tras su calurosa acogida, se decidieron a fabricarla en una edición limitada de comunión, que ya permitía el cambio de vestuario (para quitarle el vestido a la original, era preciso retirarle previamente cabeza y brazos) y actualmente ha sido reconvertida en Sofy, que encabeza la nueva generación de muñecas modelo de Berjuan. 




Su visión de mercado también les llevó a solicitar la licencia de fabricación de Anekke (dotando así de vida al conocido personaje creado por la marca de marroquinería alicantina que lleva su nombre) y que comparte cuerpo con las más actuales Biggers (hoy día estas últimas cuentan incluso con hermanitas bebé), unos duendecillos que representan la alternativa nacional a Blythe (aunque de ojos fijos), igualmente customizables y cuya limitación de movimiento no supone un obstáculo desde el lanzamiento de las Luxury Dolls, unas series exclusivas de cuerpo articulado que recrean famosos personajes como Frida, Marilyn, Jackson o Winehouse. También Eva (muñeca maniquí de tamaño Lesly) cuenta con su versión de lujo que incluye las mismas 13 articulaciones que sus compañeras, otorgándoles así un abanico de poses prácticamente ilimitado (sería de agradecer que más adelante pusieran a la venta cuerpos sueltos -similares a los que se pueden encontrar en Diversal, también en versión negrita- para quienes deseen dotar de movimiento a sus otros modelos estáticos). Una empleada amabilísima de la fábrica tuvo la gentileza de conseguirnos unos catálogos donde poder encontrar más información sobre todas estas muñecas, de las que probablemente os hablaré con más detenimiento en una futura entrada del blog ;)




Algunas de sus muñecas también han formado parte de numerosas campañas solidarias como la primera línea de Pelones, de la que luego se encargó Arias, para Jugaterapia (cuyos moldes provenían de las antiguas Lara de Berjusa), o de las asociaciones de problemas oncológicos APRON (con molde de Pecosetes) y Bandera Rosa (Gorditos), ambas de Campo de Gibraltar, los Tempitos (MiniGorditos abanderados por personajes famosos que por desgracia ya se hallan agotados en todas partes) de la asociación valenciana de cuidados paliativos psicológicos, las muñecas soldados Baby Ainara (cuyo molde proviene de la antigua Coleta, ahora reconvertida en Irene, os recomiendo contactar con la asociación vía facebook y consultar antes de hacer el pedido, porque creo que la web no funciona correctamente y personalmente estoy teniendo muchos problemas para recibir las mías) contra el síndrome de Cach, los Nupancitos de la asociación NUPA para enfermos de fallo intestinal, nutrición parenteral y trasplante múltiple, o la participación en campañas como Un juguete una ilusión... En definitiva, tanto su apuesta por el desarrollo de nuevas tecnologías y el compromiso con el medio ambiente, como la labor didáctica y solidaria que imprimen a la mayoría de sus proyectos, son encomiables.
Por si esto fuera poco se les considera los precursores de la creación de Onil Origin, que desde 2016 agrupa a las cinco principales jugueteras de la región bajo un sello, que determina no solo el origen de sus productos sino la calidad que imprimen en los mismos con el debido cumplimiento de la normativa vigente.



Además de numerosas nominaciones, han obtenido los siguientes premios:

-"Aro de Oro"  (Tus amigos del Mundo) FEJU 1999.

-"Mejor Juguete" (Patia) valorado por el Público en 2016, otorgado por la AEFJ.

-“Empresa Responsable con la Infancia” que otorga el Consejo Independiente de Protección por la Infancia en 2016.

-"Economía y Empresa", otorgado por Cope Alicante en 2021.

-Reconocimiento REM (Relaciones Empresariales del Mediterráneo) de 2021.

-"Mejor Packaging y PLV" (SaniBaby) en la XVII Edición del Festival Internacional de Comunicación Infantil El Chupete, 2021.

Además en 2021 también obtuvo el sello de PYME innovadora.




En Onil cuentan con una nave de 2000m2, la mitad dedicados a almacén y la otra mitad a fábrica. Años atrás solían fabricar para cubrir campañas como la de Navidad, sin embargo en la actualidad solo se trabaja bajo pedido y, aunque la empresa distribuye sus productos en más de treinta países, parece que exporta especialmente a Rusia (como la mayoría de fabricantes de Onil) ya que allí parecen apreciar enormemente las Made in Spain, a veces incluso más que nosotros mismos. 




Cruzar sus puertas y ver cajas apiladas con trozos desmembrados de muñecas a la espera de ser finalmente montadas y enviadas a sus destinos... es como entrar en el paraíso. Supongo que los empleados que se pasan horas en las cadenas de montaje, repitiendo una y otra vez el mismo proceso al que han sido asignados, no opinarán lo mismo que yo, pero hubiera dado lo que fuera por encogerme al tamaño de una Bigger y esconderme por allí una temporada, como buena duendecilla que se precie ;)





En estas visitas explican el proceso de creación de una muñeca paso a paso, mostrando las máquinas con las que se ayudan, aunque en última instancia se sigan fabricando de la manera más artesanal posible. Lo ideal sería que fueseis allí y lo disfrutaseis en primera persona, pero intentaré resumiros un poco lo que aprendimos aquel día...




Todo comienza con el diseño de una muñeca sobre papel y un posterior moldeado en barro que incluya todos sus rasgos, ya que ese será el producto final del escultor que luego podrá aprobar la fábrica para su producción. Sobre este se crea otro de escayola que queda hueco para ser rellenado con cera, dando lugar a un nuevo molde que permite corregir o pulir algunos detalles y que más tarde será sometido a un proceso electroquímico (durante tres semanas se le da un baño de níquel hasta que el metal se termina adhiriendo a la cera) a partir del cual se obtiene la pieza metálica que (tras calentarse con un soplete para derretir y eliminar la cera interna) da como resultado el molde final que todos conocemos. Luego se rellena de pvc líquido en la cantidad y color elegidos (también se les puede añadir el aroma tan característico de las muñecas de Onil) y en apenas un cuarto de hora están listos para salir, dejarlos templar y extraer las piezas con ayuda de unas tenazas.




Al cuerpo blandito de la muñeca (esquema), se le coserán las extremidades y se rellenará con guata, sujetando por último la cabeza con una brida (si es de plástico sencillamente se le ensamblan las piezas). Sobre la cabeza se coloca una trepa (máscara) troquelada con cada una de las distintas facciones (cejas, labios...) que luego serán pintadas con spray, mientras que otras como el rubor se realizan a mano alzada. Los ojos durmientes son introducidos en una máquina a presión mientras que los inmóviles se colocan de forma manual (siendo cortados a medida e introducidos con ayuda de unas pinzas, aplicando un poco de cola en el interior de la cuenca para que la sujeción sea óptima).  El pelo (liso o rizado) viene en bobinas y se colocan en una máquina que dispone de discos intercambiables que determinan la largura del corte. Berjuan ofrece cursos a los miembros de su plantilla para evitar que profesiones como la de cosedor (implantador de pelo) se sigan perdiendo. Inclusive en Marzo de 2020 se completó en sus instalaciones la primera formación de "operarios polivalentes en fabricación de muñecas", que organizó IBIAE (Asociación de Empresarios Foia de Castalla) y que se impartió a una quincena de alumnos, la mayoría de los cuales ya han sido contratados en empresas del sector.





Para crear el vestuario se diseñan los patrones, posteriormente se cortan o troquelan las telas y se preparan en bolsas que pasaran a buscar los equipos de confección, que las devolverán terminadas una semana después. Una vez se tiene la muñeca montada, pintada, peinada y vestida ya solo queda encajarla (proceso de envasado). Las cajas, que también vienen troqueladas, se montan a mano colocando posteriormente en ellas no solo la muñeca sino también sus complementos y se envían al almacén donde se preparan los pedidos (he de decir que la plantilla que vimos aquella mañana estaba esencialmente dedicada al acabado final -montaje, envasado y preparación de palés-). Las muñecas que se venden desnudas son directamente embolsadas con la etiqueta identificativa de la marca y su certificado de origen. De lo único que no nos hablaron fue del calzado y, si lo pienso detenidamente, me doy cuenta de que en los últimos tiempos pocas muñecas con el sello de Onil Origin se venden con ellos... en los bebés esto es de lo más normal, pero las muñecas modelo están comenzando a llevar sencillos calcetines o botas de tela (de hecho juraría que la proliferación de muñecas bailarinas de ballet en casi todas las empresas también tiene que ver con esto). Como el calzado es un producto que nadie fabrica por sí mismo ni en el pueblo de Onil (los suelen traer de Elda, resulta curioso que después de un siglo fabricando muñecas a nadie le haya dado por crear una fábrica de zapatos, yo le auguraría éxito instantáneo), tal vez estén tratando de autoabastecerse sin depender de filiales ajenas a la propia firma y al pueblo colivenc, convirtiendo así sus muñecas en un producto 100% fabricado en Onil, como reza su sello.




Una vez desvelado el proceso de creación de la muñeca llega el momento de montar la que nos llevaremos de recuerdo. En una caja vienen las partes templadas de unos graciosos Mini Gorditos y en otra nos dejan sus complementos (gorrito, babero, pañal y chupete) para vestirlos.




Antes de irnos pudimos admirar la sala de exposiciones  aunque, como había piezas que hasta bien entrado 2022 no saldrán a la venta, apenas dejaron tomar fotografías. He de decir que me sorprendió no encontrar una tienda donde poder adquirir alguna de sus muñecas al finalizar la visita... David Bernabeu se encontraba allí mismo y aseguró que tienen previsto abrir una próximamente (lo cual supondría un plus, no solo para coleccionistas como nosotros que podrían llevarse ejemplares de la firma a precios más económicos, sino para la fábrica cuyas ventas se verían incrementadas en un volumen directamente proporcional al de los visitantes que reciban). Aquella misma tarde tuve oportunidad de comentarle esto a nuestra guía y muy amablemente se ofreció a intentar conseguirnos alguna... De verdad, no entiendo lo difícil que puede resultar adquirir una muñeca en la mismísima cuna del juguete (y yo que pensaba traerme alguna que pusiera: Rdo. de Onil 😂).




Con paso firme y a toda prisa (ya que íbamos un pelín retrasados), nos dirigimos hacia el Museo de la Muñeca, situado en la Avinguda de la Pau, 2 (en la misma calle se encuentra el edificio que antiguamente albergaba la fábrica de Famosa) y su horario de apertura al público es de martes a domingo 10 a 14:00 hrs (abriendo también los sábados por la tarde).. Como ya expliqué, se puede visitar por libre de forma gratuita, pero también se ofertan visitas guiadas (con Guiante -por 15€, que también incluye la visita a Berjuan-, donde te explican un poco la historia de los primeros artesanos de la muñeca, de la creación del propio museo y de las piezas más emblemáticas con las que cuenta) o teatralizadas (con Elfa Experience -por 22€, con visita a Paola Reina incluida-, donde la misma historia se cuenta a través de los ojos de la muñeca de carne y hueso que te acompaña y que también explica en primera persona cómo fueron creada ella y sus antecesoras o los cambios que han ido experimentando con el paso del tiempo -tal vez más enfocada al público infantil o a los adultos con alma de Peter Pan-).


Evolución de la muñeca y sus materiales
(madera, marfil, barro, cerámica, poliestireno)



Según nos explicaron, este edificio de finales del siglo XIX lo mandó construir Don José María Payá y Alonso de Medina, convertido en caballero de casa y boca (ya que tenía derecho a comer con los reyes) por mediación de su tío el cardenal Miguel Payá. Se le conoce como Casa de l'Hort porque tenía un jardín con un huerto enorme que después de la guerra civil (1939) quedó deshabitado, dando lugar con los años al evidente deterioro del edificio que terminó siendo adquirido por empresas jugueteras locales en el año 1973 (con la aportación de 3.300 de las antiguas pesetas a cargo de cada uno de sus trabajadores) y donado posteriormente al Ayuntamiento para su reconversión como Museo de la Muñeca. En el año 2000 comenzaron sus obras de restauración, logrando abrir sus puertas 11 años después y actualmente cuenta con más de 2000 ejemplares donados por particulares y fabricantes. 



En las fotos que adornan las paredes de la primera sala se pueden observar imágenes de los precursores de la industria juguetera en Onil, encabezados por Ramón Mira Vidal o el matrimonio de Eduardo Juan Sempere y Agustina Mora Payà, además de las plantillas de trabajadores de sus antiguas fábricas (formadas principalmente por mujeres y niños, ya que en aquella época eran mano de obra barata) y otras como las de Santiago Molina, Isidro Rico Miralles, Merín o José Berenguer. Existen 24 fábricas de muñecas en la actualidad y todas están representadas en el interior de aquella misma habitación, el carro de madera que aparece en la esquina protagonizó uno de los episodios finales de la serie Puente Viejo en 2014 y a posteriori fue donado al museo. A través del suelo acristalado se pueden atisbar los restos del antiguo almacén de aceitunas y aceite del Cuquillo, tan típicos de la comarca.




La escalera de caracol que espera fuera dicen que es una de las más fotografiadas del mundo y desde luego que en esta visita también se llevó unos cuantos flashes ;) A partir de aquí comienza un recorrido por diversas salas donde descansan ejemplares de todo tipo, centrándose obviamente en el producto nacional. Diría que podemos encontrar casi todas las muñecas que aparecen en los libros de Salud Amores y algunas más (Lenci, Mariquita, Gisela, Cayetana, Bombón, Loretín, Carolina, Chelito, Pitusa, Sabela, Dunia, María Elena, Teresín, Piroska, Pierina, Belter, Yamita, Paulova...). Puede que de entre todas ellas destaquen una Guendalina de 1958, que descansa en el interior de una vitrina, casi diría que hecha a medida para ella y una Cayetana de 1954 hecha a imagen y semejanza de la niña fallera de aquel año.




Sin embargo la pieza más antigua con la que cuentan es una muñequita de barro de 10 cm, cuya autoría se asocia a Ramón Mira Vidal (ex guardia civil y pionero en la creación de muñecas en nuestro país) en el año 1877. Tiene las facciones (ojos, boca) y el pelo pintados a mano y viste una faldita rosa y blanca atada al cuello con una cinta verde, con la que probablemente fuese ataviada con posterioridad. El barro fue una de las primeras materias primas con las que se fabricaron las muñecas de Onil, pero al resultar tan frágil y pesado de transportar, pronto fue sustituido por gacha.



Las siguientes dependencias nos acercan a la muñeca moderna de plástico que todos conocemos, con ejemplares de marcas entre las que por supuesto destacan Famosa, la nueva Mariquita Pérez, las cinco pioneras de Onil Origin: Antonio Juan, Berjuan, Doll Factory, Nines d'Onil y Paola Reina e incluso otras como Arias, Así, Minilad, Folk o la de muy reciente creación Marina & Pau.





Mariquita de Santiago Molina,                           
donada por la familia Koplowitz y                        
vestida de duelo por hallarse en esa                       
situación la familia al momento de adquirirla.            

Entre las anécdotas con las que nos obsequió nuestra guía cabría destacar que la leyenda sobre la muñeca Gorjuss cuenta que su dueña no les pone boca porque esta transmite sentimientos y ella quiere que la muñeca refleje siempre los de quien la observe... o que los reborns fueron creados para ejercer como dobles de bebés en escenas de películas y ya entonces pesaban alrededor de 3,5 kg. 








Como broche final a esta visita se encuentra la sala de exposición dedicada casi por entero a Nancy y barriguitas, con ejemplares de todas las épocas entre las que de nuevo destaca su línea regional, no solo por la famosa y difícil charra sino porque esta que escribe pudo admirar, además de una Nancy original asturiana (aunque le faltaba el mandil), también a su hermanita Lesly luciendo el mismo vestido ;)







Agradezco enormemente a Elena no solo por su paciencia, amabilidad y trato exquisito, sino porque gracias a ella pudimos disfrutar de una mañana donde logramos hacer realidad gran parte de nuestros sueños vinílicos. En cualquier caso, si sois coleccionistas, os recomiendo encarecidamente visitar este museo al menos dos veces (una con guía y otra por cuenta propia), ya que realmente en una sola visita no alcanza para admirar todos los ejemplares ni mucho menos leer las tarjetas identificativas que los acompañan y es una verdadera lástima.





Fuimos a almorzar al restaurante L'Aplec que se encuentra en la Avinguda de la Constitució, 24 (a escasos 5 minutos andando desde el museo) por recomendación de nuestra guía. Recuerdo haber tomado una crema de verduras de primer plato, pero lo más reseñable sin duda alguna fue el cachopo de pollo (de bastante buen tamaño) que me sirvieron de segundo, además de que como buena asturiana no había otra elección posible, ye de un prestosu xintar un buen cachopu cuando tas tan lejos de la tierrina... ya lo decía Melendi: cuanto más lejos estás, más asturiano te sientes (y que me lo digan a mi intentando encontrar quesu Cabrales en el Bonpreu jaja). Por último degustamos flan casero (aunque hubiera preferido arroz con leche, sin embargo tuve la impresión de que por el Levante español no son muy aficionados a añadir este postre en sus cartas). El camarero que nos atendió amabilísimo, el sitio muy chic y nada caro, yo repetiría sin duda alguna.



Iglesia Parroquial Santiago Apostol, 1778


Esa misma tarde teníamos, también contratada con la misma empresa, la visita al Museu Valencià del Joguet y hacia allí nos encaminamos al poco tiempo...

Un poquito de historia... Sí Onil ha sido la cuna de la muñeca, Ibi lo fue del juguete y su historia da comienzo con una antigua fábrica de hojalata (fundada en 1893) propiedad de Don Rafael Payá Picó y sus hijos Pascual, Emilio y Vicente, siendo estos últimos quienes allá por 1902 deciden alternar su trabajo normal con la creación de pequeñas miniaturas de objetos cotidianos (cacharritos) que cosecharon bastante éxito, hasta que en 1905 los tres hermanos toman las riendas de la empresa, logrando que esa actividad suplementaria fuese ganando importancia. 





Su primer catálogo a color data de 1923, donde aparece como juguete número 1 una rudimentaria Tartana (curiosamente similar al primer modelo de plástico que fabricaron posteriormente, llamado "Arre Caballito"), con los años fueron pasando a juguetes de mayor envergadura y complejidad como los trenes (al principio de arrastre y más adelante también fueron pioneros, en España, en la introducción de mecanismos eléctricos a sus locomotoras), pese a fabricar multitud de vehículos de automoción (el Tiburón Citroën fue el primer juguete enteramente de plástico que se fabricó en España y el primero que tuvo un anuncio en TV), fueron precisamente estos trenes los que terminaron convirtiéndose en el sello de identidad de la empresa. En 1947 comenzó a funcionar una sucursal en Alicante y dos años después instalaron las primeras máquinas de inyectado de plástico, adaptadas a la producción juguetera. Aunque sin dejar de lado la chapa, llegaron a fabricar algunas muñecas, diversos modelos de cocinitas o incluso revolucionarios electrodomésticos que cocinaban de verdad (Palomitón en 1966, Dulcecotón al año siguiente y el Golositón de 1968, cuyo fracaso comercial provocó que fuera el último de la serie).


Golositón de 1968, costaba 800pts.


En los 70 se produjo la crisis mundial del petróleo cuyas consecuencias (derivadas de la inflación) afectaron directamente a la empresa, algo de lo que jamás pudieron recuperarse. Al aumento de precios (mientras que otros mayoristas vendían los mismos productos más baratos o la producción en plástico de otros fabricantes resultaba mucho más económica que la chapa), se sumaron otros problemas como los retrasos en las entregas, un deficiente control de calidad o tardanza en las devoluciones... Los trenes también fueron perdiendo interés entre el público infantil con la llegada del Scalextric y, aunque trataron de imitarlo con "Gran Premio" o la licencia de los Strombecker, no se cumplieron las expectativas y se fue notando un descenso paulatino en las ventas (salvo en campañas de reyes). Con los años aumentó el endeudamiento financiero con entidades bancarias y proveedores, lo que les obligó a pedir nuevos créditos para pagar los anteriores y con ellos lidiaron hasta que los intereses fueron cada vez más altos y la situación se tornó insostenible. No lograron inversionistas para sanear su economía ni aumento de ventas, así que se vieron forzados a deshacerse de bienes e inmuebles (más de la mitad de los terrenos propiedad de la empresa), empezando por la sucursal de Alicante. Desde 1976 desaparece el reparto de dividendos y a finales de 1980 ya era imposible abonar los salarios de forma regular, el balance de aquel año se saldó con 5 millones de pérdidas...


Cocinas Forlady.


En el catálogo de 1982 aparecieron juguetes de gran realismo como la moto BMW, la cocina Forlady (tan reconocida y codiciada por las coleccionistas Nancyeras teniendo en cuenta que, como Famosa nunca llegó a comercializar una para nuestra querida muñeca, estas eran del tamaño perfecto y su versión en azul además hacía juego con el mobiliario retro de Nancy) o el Humotren, pero cuyos elevados precios dificultaron enormemente sus ventas. Por aquel entonces la empresa debía 147 millones de las antiguas pesetas, con lo que al año siguiente se tuvo que proceder a la suspensión de pagos, provocando las consiguientes huelgas de los trabajadores (llegando a encierros de varios días en la propia fábrica, que se saldaron con algunos pagos de las cantidades adeudadas y la salida de la familia Payá de la dirección de la empresa -se trataba ya de la tercera generación, puesto que la segunda se había jubilado a principios de los 70, tras 50 años de trabajo-). En 1984, amparados por una clausula del Estatuto de Trabajadores, deciden autodespedirse por impago, reclamando las correspondientes indemnizaciones (que ascendían a casi 300 millones de pts.), lo que provocó el embargamiento de la maquinaria y el cierre de Payá en abril de aquel mismo año. Más tarde, casi un centenar de aquellos trabajadores, decidieron reconvertir la fábrica en una Sociedad Cooperativa, manteniéndose varios años a base de la fabricación de reproducciones de antiguos juguetes de la firma en series limitadas, hasta su cierre definitivo y posterior reconversión en Museo en 2013. Pero Ibi no fue solo Payá, aquello tan solo fue el comienzo...



Árbol genealógico de la industria juguetera en Ibi,
titulado "Las raíces son muy importantes",
de Fernando Fernández Torres (Fefeto).


Antiguos empleados de Payá, liderados por Agapito Bernardo Verdú, fundan en 1910 A.B. Verdú & Cía (más conocida como La Hispánica Artística, marca de sus productos), convirtiéndose en la segunda fábrica juguetera local, a la que años después se unió el colivenc Santiago Rico (ya contaba con experiencia previa en fabricación de muñecas) que termina haciéndose con el control de la misma y en 1920 la reconvierte en Rico S.A. (considerada la mayor rival de Payá). En 1925 Luis Ferrando, Antonio González, José SanJuan y Manuel Picó (otros ex trabajadores de Payá), deciden crear la tercera fábrica de juguetes de hojalata ibense, aunque inicialmente se instauró como González y Cía, iría cambiando de nombre con los abandonos y fichajes que se fueron sucediendo con el paso de los años (SanJuan y Cía en 1927 o Picó y Cía en 1932), hasta que en 1936 (con la llegada de nuevos socios) se convierte en Juguetes Picó S.A. No obstante Manuel deja la empresa para establecerse en Córdoba y a su regreso, tras el parón de la guerra, reclama el nombre de la misma; por tanto es en 1942 cuando se consolida como Juguetes y Estuches S.A. En 1934 se funda la primera auxiliar del juguete (de carácter esencialmente musical, entre otras cosas suministraba el mecanismo sonoro para los Cines Rai de Payá, que incluso llegaron a ser socios mayoritarios de la empresa) de Claudio Reig (que sigue funcionando en la actualidad) de ahí en adelante el auge de empresas de índole similar continuó imparable. Ni puedo ni debo detenerme a hablar de todas y cada una de estas fábricas jugueteras porque, aunque no lo parezca por el volumen que está adquiriendo, esto solo es la entrada de un blog y no un libro de historia (sin embargo puedo remitiros a la descarga del volumen del Centenari del Joguet en Ibi, donde podréis encontrar abundante información sobre todas ellas)... En cualquier caso, tampoco puedo dejar de mencionar a Guillem y Vicedo (de Francisco Guillem y José Vicedo), fundada en 1951 y que en 1965 creó a la maniquí Lissi (como competidora de Nancy) y con la que cosecharon tremendo éxito... a PSE (Plásticas Santa Elena, que toma el mismo nombre de la calle en la que fue ubicada), creada en 1955 y centrada en la fabricación de menaje para cocinitas, que además tuvo el acierto de realizar muñecas tan divinas como mi tocaya María Elena... o FEBER, propiedad de los hermanos FErre, que junto a José BErnabeu y José Rodríguez, comienzan su andadura en la fabricación de juguetes desde 1969 y cuyo mayor triunfo fue la creación de Chabel (basada en la japonesa Licca Chan de Takara), que estuvo en el mercado desde 1984 a 1992. También en 1960 Antonio García Juan crea una pequeña empresa que comienza siendo auxiliar, pero pronto pasa a elaborar juguetes propios (como sus emblemáticos balancines en forma de caballito) y que actualmente continúa siendo una de las fábricas punteras bajo el nombre de su fundador Antonio Juan.




La actividad agraria de por sí bastante precaria o la heladera (aunque esta última se compaginó durante muchos años con la juguetera) dejaron de ser las mayores fuentes de empleo y riqueza, ya que el auge de la industria juguetera se convirtió con el tiempo en la base de su economía local. En 1955 el pueblo ya tenía funcionando 17 fábricas jugueteras con más de 1250 empleados en nómina y en 1972 llegaron a contar con 50 empresas que dieron trabajo a cinco millares de personas (con un considerable aumento de la población ibense, que en apenas 25 años llegó a triplicarse), sin embargo la crisis del petróleo terminó llevando a la quiebra a muchas de ellas. Actualmente la diversificación industrial les ha ido  introduciendo en otros sectores que abarcan la alimentación, automoción o construcción, aunque nunca dejarán de lado su tradición juguetera y, que asociaciones como la AEFJ (Asociación Española de Fabricantes de Juguetes) o AIJU (Instituto Tecnológico de Productos Infantiles y Ocio) tengan su sede en Ibi, es una buena muestra de ello.






Aunque el Museu del Joguet se creó en 1990 (anteriormente estuvo emplazado en la Gran Casa Señorial de los Pérez-Caballero en la Carrer Les Eres, donde actualmente se encuentra el Museo de la Fiesta -Moros y Cristianos-), en 2013 consideraron que era más apropiado trasladarlo a las abandonadas instalaciones de la antigua fábrica de los hermanos Payá, que también alberga el Museo de la Biodiversidad (cuyo objetivo es concienciar sobre la importancia del medio ambiente y la sostenibilidad). Situado en la Glorieta D. Nicolás Payá Jover y al que se puede acceder sin reserva previa, salvo si se trata de grupos de más de 20 personas, al precio de 2€ la entrada. Se pueden contratar visitas guiadas con las mismas empresas que mencioné anteriormente: Guian-te al precio de 9€ por persona (que consta de un recorrido por el museo y los lugares más emblemáticos de Ibi) o teatralizadas con Elfa Experience (para grupos de más de 10 personas, al precio de 10€ c/u que incluyen las visitas al Museo del Juguete y el de la Biodiversidad, además de a una fábrica de inyectado de juguetes), al parecer también dispone de una aplicación interactiva que se puede descargar en el móvil y está disponible en varios idiomas, que podría resultar interesante si se va por libre. 






El proceso de fabricación de los juguetes de hojalata era similar al de las muñecas; primero se dibujaban los bocetos, luego se les daba volumen con escayola, se pasaban a moldes de madera sobre los que se añadía una delgada lámina metálica que servía para delimitar la forma del juguete, a partir de lo cual se creaba toda la matricería (recortadoras -se usaban para cortar y/o troquelar las láminas- y copadoras -que las dotaban de volumen-) necesaria para su fabricación en masa y como acabado final se pintaban a mano. Más adelante (sobre 1918) se usaron hojas de lata previamente litografiadas de manera que, tras pasar por la matricería para ser cortadas y dotadas de volumen, las piezas se unían mediante pestañas que se doblaban con alicates y (en la mayoría de casos añadiendo también mecanismos de resorte, cuyo funcionamiento consistía en que al girar la cuerda dicho resorte se enrollaba sobre sí mismo, para que luego al soltarla terminara desenrollándose y liberando la energía que hacía funcionar el mecanismo de traslación) ya estaban listas para su comercialización. Las planchas bañadas en estaño conferían de gran resistencia al óxido aquellos juguetes, por lo que no resulta tan descabellado encontrar incluso moldes de hojalata para jugar con la arena en la playa.



Se comenzó usando chapa, hasta que el parón de la guerra civil (de 1936 a 1939, donde el gobierno incautó las empresas metalúrgicas con fines bélicos -de juguetes pasaron a fabricar balas, entre otras cosas-) trajo consigo la pobreza y escasez de materias primas, obligándoles a incorporar madera en las creaciones de aquellos duros años de posguerra, donde básicamente se trataba de sobrevivir. Luego se fue introduciendo el plástico, que abarataría los costes de producción (hay que tener en cuenta que el proceso de matricería era mucho más laborioso, sin embargo con el plástico una vez se tenía el molde ya solo había que inyectar y listo), para pasar en los últimos años al aluminio sobreimpreso.





Vitrina expositora en la que Payá presentó sus muestras en la 1ª Exposición Regional valenciana de 1909, donde entre otras cosas ganaron la medalla de oro y en cuyo interior se pueden encontrar modelos de  distintas épocas y nacionalidades como Patsy (de Palitoy, Reino Unido), Dolly Dressmaker (Nomura Toys, Japón), Ángela (Industrias LEB), Lamparita (Jesmar), Proyector y Dulcecotón de Payá, Castillo de Exin o los Juegos Reunidos.





Este Museo cuenta con más de 5000 piezas que incluyen juguetes propios, alemanes, franceses o americanos, que muestran la evolución del juguete y sus cambios, tras la incorporación de nuevas tecnologías y a lo largo de su historia. A través de los ventanales se pueden vislumbrar los restos de la antigua fábrica Payá y... tal vez sería interesante organizar un recorrido por la misma, ya que la visita al museo en sí se hace demasiado corta. De hecho, si no hubiera adquirido en la misma tienda de souvenirs el libro Payá Hermanos, de José Ramón Valero Escandell (que me ha servido para documentar la historia de la empresa), la reseña de este icónico museo hubiera quedado de lo más exigua en comparación con el resto.




En sus vitrinas se pueden observar los más antiguos modelos de hojalata (con alguna matriz original como la del mono o planchas litografiadas de vehículos y utensilios para trabajar en ellas), desde animales y figuritas humanas (soldados, deportistas, payasos, bailarines, musicales...) a vehículos de todo tipo (la serie de tartanas, motos, coches, camiones, trenes, aviones, barcos, cohetes, naves espaciales e incluso un coche para niños -con el mismo mecanismo de movimiento que el de los Picapiedra, eso sí- hecho por Rico en 1934, que fue el más grande en fabricarse con hojalata), un surtido de electrodomésticos, cocinitas, cacharritos, sillas de paseo, mobiliario en miniatura para casas de muñecas o ejemplares que muestran la evolución de las mismas; desde las tradicionales de cartón (como la Pepa o Cayetana), pasando por modelos de terracota, celuloide (Linda Pirula, María Elena o Guendalina), fieltro (Muñecas Layna), plástico (entre los que se cuelan Madelman y Geyperman) o vinilo (como Nancy -con un único ejemplar de principios de los 70, ataviada con el conjunto mixto-, Sindy de Florido, Chabel o Jenny)... una pequeña muestra de instrumentos musicales y hasta un futbolín.




Una vez concluida esta breve pero entretenida visita al museo, nuestra guía nos condujo a explorar los lugares más representativos del pueblo ibense...







En la Plaça de la Palla se puede admirar el único superviviente de los tres antiguos plàtinos de Ibi, de unos 350 años de antigüedad, cuyo aspecto se ve sumamente deteriorado a consecuencia de los incendios que ha ido sufriendo a lo largo de su historia. Cuenta la leyenda que a principios del siglo pasado una de sus ramas se unía a la de su compañero del otro extremo de la plaza, alimentándose ambos de la misma savia como si de dos enamorados se tratase, ese otro árbol al encontrarse ya seco fue talado en 1959. A su lado se encuentra una de las tres Fuentes Monumentales que se erigieron en los principales puntos de la ciudad, allá por 1892 (la segunda está en la Plaça l'Església y la tercera en la Glorieta d'Espanya).





Los restos de la desaparecida plaza de toros, construida a finales del siglo XIX y que tenía la particularidad de aprovechar las fachadas de algunas casas, haciendo las veces de gradas o palcos.





La antigua fuente de la Verge dels Desemparats (hecha por José Gimeno Martínez) y cerámica de Sant Salvador, el patrón de Ibi, que se pueden encontrar en la Carrer Sant Francesc.




O la plaza de la Parròquia de la Transfiguració del Senyor (en cuyo interior descansa la Mare de Deu dels Desamparats), donde a lo lejos se puede ver el Museu de la Festa d'Ibi (que hasta 2013 albergó el Museu del Joguet).






Antes de despedirnos, tuve una agradable charla con nuestra guía y, entre otras cosas, aproveché para preguntarle por unas curiosas banderas que decoraban algunos balcones en Onil con la frase: a las 11 en casa. Al parecer, con motivo de la pandemia y por segundo año consecutivo, se vieron obligados a cancelar las tradicionales fiestas de Moros y Cristianos, así que su alternativa fueron unas "Balcofestes" que se organizaron para rendir homenaje a su patrona. Según dicen, hace 54 años la peste los devastó, así que el 22 de Abril de 1968 decidieron hacer hogueras con todos los enseres que pudieran haber sido infectados y al día siguiente se encomendaron a su patrona, sacándola en procesión por las calles del pueblo (tradición que esperamos que puedan recuperar muy pronto), desde entonces cesaron las muertes y declararon el día 23 como fiesta grande de la Virgen de la Salud.





Cristina amablemente nos acompañó hasta la ubicación del Hotel del Juguete, que me empeñé en fotografiar antes de irnos y... dando un paseo de vuelta hacia el museo, como si de un capricho del destino se tratase, nos encontramos con la tienda física de Elfa Experience, que todos quisieron visitar. Nada más entrar mis ojos se toparon con un ejemplar de la muñeca Catalina que nos recibía desde el mostrador y fui directa a ella como atraída por un imán. Esta era una de las protagonistas del cuento La Maletita, un proyecto que se presentó el 3 de Diciembre de 2011 coincidiendo con la emisión del programa "Un juguete una ilusión" conducido por Pepa Fernández de RNE (que además ejerció como madrina de honor del cuento y de las muñecas que seis meses después lo acompañaron). Se gestó a partir de las visitas teatralizadas del museo de la muñeca, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de llevarse una a su casa de recuerdo. Se podían adquirir en el propio museo en una versión de lujo que incluía la maleta de cartón, con la muñeca y un ejemplar del cuento o sueltas en una sencilla cajita con imágenes del libro impresas y se fabricó una tirada tan limitada que actualmente son prácticamente imposibles de conseguir (ni siquiera suelen verse en plataformas de segunda mano). La mía llegó de wallapop, tras una intensa búsqueda, hace relativamente poco tiempo y encontrármela allí de repente no pudo por menos que sorprenderme, pero mucho mayor fue mi sorpresa cuando en la pared del fondo pude divisar estanterías que contenían no solo a Catalina, sino a sus hermanas Rosita y Marieta!!!. Cómo podía ser posible si estas muñecas se encuentran totalmente descatalogadas?!?... Interrumpí abruptamente una animada conversación que mis acompañantes estaban teniendo con la dependienta (precisamente sobre la visita que teníamos programada al día siguiente con ellos) para interesarme por Liz, la muñeca negrita de la colección, que lamentablemente estaba agotada. Entonces le pregunté si me podría alcanzar un ejemplar de Rosita (la protagonista del cuento) para compararla con Catalina... y en esas estaba cuando la chica (imagino que sorprendida por mi interés en aquellas muñecas) comentó que La Maletita había sido un proyecto de su madre y que ella misma salía en el libro. WTF???, mis neuronas empezaron a trabajar rápidamente en recrear las imágenes del cuento intentando adivinar qué muñeca podía haber encarnado aquella chica, pero acto seguido nos confirmó no solo que era la propia Catalina, sino que el niño perdido fue su hermano y el resto de protagonistas algunas de sus mejores amigas... OMG!!!. Desde que pronunció aquellas palabras las preguntas brotaron como un torrente de mis labios y, por primera vez en este viaje, comencé a obtener algunas de las respuestas que tanto ansiaba. Según dijo se crearon apenas 200 ejemplares de cada modelo, pero como Catalina solía guiar la mayoría de las visitas y los niños tenían ilusión por llevarse a su muñeca en miniatura, esta fue la más demandada y se terminaron fabricando más que del resto (600 para ser exactos). Nos acompañó a dar una vuelta por su tienda (donde pude encontrar un ejemplar de Liz vestida de bailarina que se vino directa a mis brazos y, curiosamente estos días, el destino también quiso que consiguiese su vestido original a través de wallapop), explicándonos curiosidades sobre algunos de los artículos que tenía a la venta, hasta llegar a la zona de Mariquita Pérez (al lado tenía otra de Nancy con modelos de antiguas reediciones, a las que siento decir que no presté demasiada atención, su precio creo recordar que alcanzaba los 150€ en el caso de la Mini Shorts), donde pude ver no solo numerosos ejemplares de estas muñecas sino también parte del mobiliario que actualmente se encuentra total y absolutamente descatalogado... El armario (que ya tenía), el secreter y una silla muy difícil de encontrar y a la que no me podía resistir, el dilema era cómo encajarla luego en mi (ya de por sí abarrotada) maleta de cabina?, pero Elizabeth se ofreció amablemente a enviármela por correo, eliminando así cualquier impedimento para hacerme con ella ;) 



Desde la caja registradora, mientras iba cobrando nuestras recientes adquisiciones, habló de los proyectos que su empresa estaba gestando actualmente y se encontraban a punto de ver la luz, como la publicación de sendos libros por parte de su madre o la apertura de un museo de muñecas en Castalla, que nos invitó a conocer al día siguiente, así sin más!. "Qué fuerte" es una de mis expresiones más utilizadas en este viaje (y motivo de la sorna de mis acompañantes), pero en ese momento sin duda alguna fue la más apropiada para expresar el asombro por todo lo que estaba pasando... Cómo es posible que apenas nos quedamos solos en Ibi nuestros pasos nos llevasen directamente a las puertas de aquella tienda y que fuese la propia Elizabeth Vilchez Juan, la mismísima muñeca Catalina hecha carne y hueso, la que nos recibiese y que nos acabase invitando a visitar en exclusiva (antes de su apertura), el museo que se ha convertido en el proyecto vital de esta familia?... si esto no es el destino ya me contaréis!. Como en la nebulosa de un sueño nos encaminamos hacia el coche y de allí al apartamento, rememorando todo lo que acababa de acontecer (conversación que se prolongó no solo durante la cena, sino hasta casi momentos antes de dormir). Sin duda alguna la previsión del día siguiente, que solo contaba con la visita a Paola Reina por la mañana y la tarde libre para explorar, se había convertido en todo un planazo que estábamos deseando elfaexperimentar ;)



Miércoles 17:  Vestida de muñeca (aunque sin perder por ello un ápice de profesionalidad), la simpática Ariadna nos acompañó aquella fría mañana a conocer la fábrica de una de nuestras muñequitas preferidas, las amigas de Paola Reina...




Paola Reina nace en 1994, heredando el nombre de la sobrina de su fundador: Paco Santacreu, que abandonó su empresa dejando la gerencia en manos de Camilo Bernabeu, allá por 2014. Comienzan fabricando los antiguos Gestitos y diez años después ya cuentan con una amplísima gama de muñecas cuya seña de identidad es la integración (mucho antes de que esto se pusiese de moda), donde tienen cabida modelos de distintas edades, tamaños, sexos y etnias. Los Paolitos han sido la única línea que se ha mantenido en catálogo hasta nuestros días, sin embargo Las Amigas que aparecen en 2007 se han convertido en el buque insignia de la firma como Nancy lo fue de Famosa (tuvieron otra muñeca modelo significativa, que apareció por primera vez en los catálogos de 1999 bajo el nombre de Nely y que cinco años después ya fue rebautizada como Lety, tan similar a Nancy que los cuerpos eran totalmente compatibles para recambios). Siempre tratando de adaptarse a las exigencias tanto del público infantil como de sus padres (sin olvidarse de los coleccionistas), cuidando todos los detalles y abogando por la calidad de sus materias primas, tratan de crear muñecas que crucen fronteras y fomenten la tolerancia.




Cabría explicar que Paola Reina es una filial de Juema, que ha estado dedicada desde hace 25 años a la fabricación de muñecas y juguetes mediante la técnica del rotomoldeo (además de ofrecer actualmente otros servicios de acabado como pintura, implantación de pelo y ojos, peinado, vestido o encajado) y que es a su vez auxiliar de otra multitud de firmas que acuden a sus hornos para crear desde piezas muy concretas hasta muñecas completas de vinilo y trapo. En definitiva este "matrimonio" entre ambas empresas que comparten dueños (Camilo Bernabeu y Juan Antonio Maicas) e instalaciones, convierten a Paola Reina en la única marca de muñecas de nuestro país cuya fabricación se realiza enteramente en sus propias instalaciones de Onil, sin depender prácticamente de nadie ajeno a ellas (salvo quizás por la adquisición de piezas o complementos como el calzado -que, como dije anteriormente, se suele traer de Elda-).




Dijeron que para hacer los moldes siempre se toma como referencia un niño de verdad y tenemos como ejemplo de esto a Cleo (la amiga de cara sonriente) creada a imagen y semejanza de Cleopatra Stratan (cantante moldava que saltó a la fama como la artista más joven en grabar un disco y salir de gira), cuyos primeros modelos también eran musicales. Se cree que actualmente las fábricas no quieren dar a conocer los nombres de sus escultores para que no se repita el caso de Tino Juan y así las muñecas sean asociadas únicamente con la firma que las representa. Sin embargo en Paola Reina no tienen ningún reparo en señalar desde sus propios catálogos y a través de su blog, a esos escultores que moldean cada rostro y línea de expresión de sus muñecas. Encabezados por nombres tan reconocidos como Antonio Sanchís, Jose Ramon Pons (al que dedican un espacio en su blog), Andrés Aznar, Vicente Navarro, Gabí Jacques o Ruth Treffeisen (que también diseñó varias líneas de ropa para sus muñecas modelo).








Esta fábrica tiene la patente de la mejor goma del mundo (polivinilo de cloruro, al cual se le da la dureza que convenga, más blanda por ejemplo en el caso de Las Amigas o dura en el de las Gorjuss) y su proceso de fabricación comienza precisamente depositándola en un colador, para eliminar posibles imperfecciones. Como las muñecas también entran por el olfato les suelen añadir ese característico aroma a vainilla (otras empresas usan además los de chocolate, frambuesa, etc.) y también el pigmento, cuya mezcla resultante (una vez calentada) va directa al interior de los moldes, en la cantidad determinada (por el número que se haya seleccionado en la máquina) para esa pieza concreta. Los moldes se cierran herméticamente y se introducen en el horno donde giran hasta que la goma se va acercando al calor y así queda hueca (técnica del rotomoldeo) por dentro. Esta goma es líquida y solo se puede calentar una vez, así que cuando el resultado no es satisfactorio o contiene alguna sustancia tóxica que no haya pasado el exhaustivo control de calidad al que las someten, acaba siendo triturada con caucho para terminar convirtiéndose en suelos de parques infantiles, neumáticos, etc. El plástico se tiene que calentar antes de ser inyectado en las máquinas y como los moldes nunca cierran del todo bien queda una rebarba que hay que lijar, aunque en la goma estas rebarbas suelen quedan ocultas en el interior del torso, los repasadores se dedican a eliminar otras más visibles como las de la cabeza. 



Luego se calientan (e incluso se pueden mojar) un poco las piezas y comienza el proceso de montaje de los cuerpos. Las cabezas antes deben pasar por la cadena de pintura con aerógrafo, aunque se le pueden dar retoques finales con pincel de ser necesario. Cada molde suele necesitar al menos dos trepas distintas para pintar cejas y labios, sin embargo allí pudimos ver trepas dobles (contienen ambos troquelados en una misma pieza, separados por una placa divisora en medio, lo cual reduce su coste -alrededor de 150€ c/u- a la mitad). En el caso de muñecas modelo como las amigas, también se utilizan trepas para pintar la base del cuero cabelludo, dándole así un aspecto final más frondoso (con Nancy se saltan este paso por lo que, al abrirle nuevas rayas en el pelo para hacerle distintos peinados, quedan esos antiestéticos espacios huecos) o incluso hay trepas para pintar zapatos, cuando el molde de la pierna los lleva incorporados. El rubor siempre se hace a ojo, lo mismo que las pecas. 




Las cabezas son de nuevo templadas y se dejan reposar sobre una bandeja que conserva el calor para facilitar el injerto. Se utilizan 3 cucuruchos o bobinas de pelo liso o rizado (ya que la máquina va funcionando con 3 agujas a la vez) de nylon (y no de polipropileno, de peor calidad) importado desde Alemania, si se usan bobinas de distintos colores se pueden obtener mechas y, dependiendo del disco que se inserte, el acabado puede ser más largo o más corto. Como último paso se injerta la raya (que va doble) y luego se pasa por una carda (peine gigante rotatorio) que elimina el sobrante, facilitando así el trabajo a las peinadoras. Ellas son las encargadas de dar forma a los distintos looks; cortar flequillos, igualar puntas, alisar el pelo corto rebelde (lo peinan con agua caliente y le dejan puesta una diadema de plástico que lo mantiene recto) o mojar y ahuecar el rizado con los dedos. Los ojos, como ya expliqué, se colocan con una máquina de aire a presión si son durmientes o de forma manual si son fijos (además se pegan con cola para que no se salgan y el niño se los pueda tragar), a los que se deben añadir pestañas, que también llegan en bobinas (en Dolls & Dolls se pueden comprar en tiras de 32cm). 




Una vez las cabezas están listas, llega el momento de unirlas con sus respectivos cuerpos... Si se trata de bebés, estos pueden ser de goma (lo que además permite que tengan un sexo definido) o de de tela rellena de una fibra acrílica ignifuga, en este último caso la cabeza se sujetaría con un hilo fuerte o brida y aseguran que es más probable que se suelte una cabeza unida a presión que estas. Sin embargo hay que tener cuidado con ellas, porque si se mojan la borra interna se acaba pudriendo y se estropean.



Cuando la muñeca finalmente se completa llega el momento de vestirla (el taller de modistas donde se realizan las tareas de patronaje, corte y confección de nuevo están fuera de nuestro alcance, tan solo pudimos ver alguna empleada pegando accesorios -florecitas- en vestidos), calzarla y encajarla (o embolsarla si se vende desnuda). Como el proceso de fabricación sigue siendo artesanal, se necesitan más de 20 personas para crear un muñeca completa.



Las visitas tienen una duración determinada que no se puede alargar, así que es un poco caótico intentar escuchar las explicaciones y tomar notas, a la vez que se hacen fotografías, esperando el momento idóneo e intentando molestar lo menos posible. Así que fui de aquí para allá, intentando abarcarlo todo con mayor o menor acierto, pensando también en esta futura entrada del blog.




Para finalizar el recorrido nuevamente se nos ofrece la posibilidad de visitar la sala de exposiciones, donde esta vez sí tenemos carta blanca para realizar fotografías. La selección de muñecas expuestas va desde las Reinas y sus amigas, hasta los bebés y Paolitos de la casa, pasando por Gorjuss o las Catrinas de más reciente creación. Al solicitarles un catálogo me remitieron a su página web, donde se pueden descargar todos hasta la fecha sin restricción (tan solo hay que rellenar un formulario y nos envían el código por email, sin embargo he de decir que el que se genera para el de 2001 es erróneo y, aunque escribí para informarles y solicitar uno correcto, no obtuve respuesta). Para completar información sobre esta fábrica también os recomiendo visitar su blog oficial (desde la misma web), creado el 18 de abril de 2013, donde podréis encontrar más explicaciones sobre el proceso de creación de una muñeca, como el diseño del vestuario (que en estas visitas no se encuentra abierto al público), información sobre el escultor Jose Ramón que da forma a muchas de sus muñecas, consejos sobre peinados, etc... 





Justo antes de irnos se nos obsequió con unas huchas en forma de cerditos de goma, cosa que no entendimos del todo bien (incluso bromeé con que el cerdito seguramente se lo dan a los que se portan mal y la muñeca a los niños buenos jaja)... Veréis, el mensaje subliminal de una hucha es ahorrar y (aunque nos convendría hacerles caso) ¿no hubiera sido mejor tratar de potenciar el consumo de sus muñecas?... una tiendecita al finalizar la visita donde poder llevarse unas cuantas de recuerdo o un código de descuento para utilizar en una futura compra en su web hubiera sido mucho más efectivo... aquí lo dejo como sugerencia ;)



Imágenes de mi pequeña colección de muñecas La Maletita,
no fue fácil pero finalmente pude conseguirlas a todas ;)



Como este era nuestro último día en Onil decidimos que lo mejor sería comer en casa para no seguir desperdiciando nuestra pequeña despensa, y tan pronto como nuestras baterías estuvieron de nuevo cargadas, nos dirigimos rumbo a Castalla para conocer a Fabiola Juan...


Acto de entrega de regalos El despertar de los Reyes Magos de Onil
(creado por Fabiola, que aparece en las imágenes en compañía de Vicente del Bosque,
firmando un ejemplar de La Maletita). Foto cedida por Elisabeth Vilchez.


Documental sobre el Museo de Muñecas en Nobol (Ecuador), con Fabiola como narradora.


Museógrafa, escritora, pintora, coleccionista y diseñadora de muñecas, perteneciente a una reconocida estirpe juguetera colivenca, impulsora en la creación del Museo de la Muñeca en Onil (del que también fue directora antes de que la gestión pasase al propio ayuntamiento) y del Museo de la Muñeca del complejo Garza Roja en Ecuador (al que llevó unas 400 muñecas representativas de todas las culturas, etnias y épocas -desde finales del siglo XIX hasta nuestros días-, la mayoría procedentes de fábricas de Onil) y vinculada a diversos proyectos solidarios (entre los que destaca el inicio de la saga del Baby Pelón de Jugaterapia o la creación de la muñeca Chispita, mascota del proyecto "Un hospital de cuento"), Fabiola Juan hace una década que decidió embarcarse junto a su hija Elizabeth en este proyecto de Elfa (unión de sus respectivos nombres), dedicándose a realizar todo tipo de actividades turísticas en el ámbito juguetero de Onil y alrededores, además de tener su propia tienda física y online. Su alma inquieta la lleva ahora no solo a publicar sendos libros sobre su afición sino a crear La Casa de los Pérez y los Juguetes Perdidos, un museo de muy reciente apertura que podréis encontrar en la Carrer Major, 26 de Castalla. Este edificio de tres pisos construido en 1900 será el encargado de albergar parte de su colección de muñecas; también podréis encontrar en él una planta enteramente dedicada a Playmobil, las habitaciones de SS.MM. Los Reyes Magos de Oriente y el (hasta ahora secreto) boulevard donde se halla la morada del mismísimo Ratoncito Pérez. Incluso dispondrá de su propia tienda de juguetes (aleluya!) y diversos talleres en los que realizar manualidades (relacionadas con las visitas que se ofrecen) de recuerdo. Esta iniciativa convierte a Castalla en otro punto de interés de obligada visita para los amantes de la muñeca (que hasta ahora solo disponían de ofertas turísticas en Onil e Ibi), e inclusive se podría llegar a ampliar más adelante con la posibilidad de visitar alguna de las reconocidas fábricas que se encuentran en dicha localidad (Arias, Vestida de azul, Falca...).





En medio de los últimos coletazos de la impresionante reforma que ha venido soportando este inmueble para recuperar su antiguo esplendor, pudimos admirar de la mano de su propietaria la extraordinaria colección de muñecas que atesoran las paredes de este edificio... Contiene un área dedicada a la exposición de partes del proceso de creación de una muñeca e incluye moldes originales de la actual Mariquita Pérez, que también cuenta con su propio saloncito y habitaciones donde se pueden encontrar los modelos más representativos de la firma (desde las más antiguas a las modernas), un sueño para cualquier amante de esta legendaria muñeca. No podría faltar otra estancia enteramente dedicada a Nancy, con una colección donde destacan la antigua charra original y moldes realizados para ella en versión reducida procedentes de Brasil. No hay rincón donde mires en el que no encuentres una delicada muñeca expuesta, bien sea en una silla, sobre un mueble o incluso colgada como si de un cuadro se tratase. Recuerdo haberme parado a contemplar una pared con bocetos y una pintura que formará parte de la portada de un libro que Fabiola está próxima a publicar y muy cerca pude encontrar una adorable Bombón de Florido vestida de colegial que hubiera deseado poder traerme a casa conmigo, no porque fuese la más valiosa ni mucho menos, sino porque me cautivó esa mirada dulce de niña abandonada a las puertas del colegio. También nos presentó distintos ejemplares de Doloretes (muñeca que fabricó Paola Reina -inspirándose en la entrañable tendera del colmado de Puente Viejo- y cuya venta se destinó al Programa de Asistencia Hospitalaria de la fundación Atresmedia), entre las que destacaba una versión de Marquesa creada en exclusiva por Fabiola, cuya trama en la serie hizo que esta se alargase una semana más en pantalla. 




No dudó en enseñarnos fotografías de aquella excursión a Antena 3 e incluso otras más antiguas que retrataban la visita a Onil de una jovencísima Duquesa de Alba (con motivo de la creación de la muñeca de Isidro Rico que llevaba su nombre y que llegó a amadrinar). De igual manera nos reprodujo algunos vídeos de cuya creación fue partícipe (como la felicitación del Museo en 2014 o algunas presentaciones de Elfa Experience) y nos condujo al hermoso jardín trasero desde donde alcanzamos a divisar el cerro sobre el que se alza el Castillo que fue construido en la localidad castallense en el siglo XI.




Más tarde bajamos al sótano donde se encuentra el boulevard del ratoncito Pérez (es tan secreto que apenas si puedo mencionar su ubicación animando a mis lector@s a visitarlo), donde mi barriguitas quiso alquilar una pequeña casita roja (aunque no era la reproducción del emblemático edificio de Castalla, aquel también lo podréis encontrar incrustado en una de sus paredes). Antes de irnos presenté mis respetos al gigantesco duende de la suerte y le dejé unas monedas a cambio del deseo... que no os puedo contar si quiero que se cumpla ;)








Fue un auténtico privilegio recorrer cada rincón del museo de manos de Fabiola, que tuvo a bien regalarnos no solo aquella visita y el placer de su compañía, sino relatos sobre los orígenes o la adquisición de algunas de sus muñecas más preciadas. Aún recuerdo sus ojos iluminados como los de una niña cuando nos mostró el armario de madera original de la muñeca Cayetana que encontró perdido en un mercadillo y alzó orgullosa entre sus brazos. Tuve el atrevimiento de pedirle poder fotografiarlo acompañado de una de sus muñecas y, acto seguido, corrió a buscar la Cayetana que viajó a Puente Viejo (en aquel carromato que ahora descansa en una estancia del museo de Onil). No puedo evitar sorprenderme de cómo los astros se alinearon de tal manera en este viaje, permitiéndome vivir encuentros tan enriquecedores como este y acaecidos de la manera más improvisada posible. 

 


Y con esta imagen final no decimos adiós sino hasta luego a esta encantadora anfitriona que estamos deseando volver a encontrar, si el destino de nuestras vidas tiene a bien llevarnos de nuevo rumbo a aquellos lares.


La fábrica (como se puede observar en la imagen),
actualmente se encuentra en uso, no por Famosa sino por
otra empresa que nada tiene que ver con la fabricación de
muñecas, sin embargo mantiene el mítico letrero en su fachada.







Como dice la canción: se me hizo tarde muy pronto... y aunque la oscuridad rápidamente se cernió sobre nosotros, la cita con la antigua fábrica de Famosa y su icónico letrero (que vendría a ser equivalente al Hollywood de Onil) no pudo dejar de ser plasmada en alguna fotografía... También pudimos dar un pequeño paseo por la Plaça Major y admirar el exterior del Palacio - Fortaleza del “Marqués de Dos Aguas” del S.XVI, en cuyo exterior se encuentra el monumento dedicado a homenajear a Eusebio Sempere, afamado escultor colivenc.






Aquella misma tarde, tras whatsappearnos un rato con la empresa Guian-te, nos dieron la grata noticia de que habían podido conseguirnos aquellas muñecas de Berjuan que más nos interesaban y nos citaron en una heladería cercana. Aunque fuese noviembre, para aliviar la espera, no pudimos resistirnos a probar unas tulipas con bolas de kinder and cookies sencillamente deliciosas 😋




Al rato se presentó David y nos acompañó al almacén de un matrimonio que estaba próximo a abrir su tienda física y online: Onil Dolls, que tuvieron el detalle de dejarnos contemplar algunas de las muñecas que formarán parte de su catálogo. Allí pude descubrir una nueva marca hasta ahora desconocida para mí: Manolo Dolls y me enamoré de una de sus Manolitas negras (luego descubrí que se llama Sofía) de 32 cm, con una carita divina que me recordó a la Fany de Berbesa y... no pude resistirme a ella. Tras una extensa y agradable conversación, donde además de hacernos partícipes de sus futuros proyectos también nos enseñaron algún juguete muy especial y "espacial", del que se fabricaron muy pocos ejemplares (os hablaré de él con más detalle en una futura entrada del blog, porque fue un proyecto muy interesante pese a que no gozase de éxito comercial). De allí nos dirigimos al apartamento, donde David tuvo la gentileza (que desde aquí quiero agradecerle) de acercarnos las otras muñecas de Berjuan que encargamos (de no haber sido por ellos y por la casualidad que nos hizo encontrar la tienda de Elfa, nos hubiéramos ido de Onil sin comprar ni una sola muñeca, lo que hubiera sido bastante triste e incomprensible), que en mi caso fue una de sus Evas articuladas.




Después de cenar, nos dimos cuenta de que esa era nuestra última noche en Onil y que (entre las que trajimos, las que me habían regalado allí por mi cumpleaños -a punto de celebrarse- y las que compramos en el viaje) habíamos hecho acopio de un ejército de muñecas impresionante... así que decidimos organizar una boda entre dos Bomboncitos (la novia Penélope de Isa García y mi pequeño Astur) con todas ellas de invitadas, en un santiamén (no voy a negar que estas son las típicas locuras que hacemos cuando nos juntamos y que la boda ya estaba planeada desde hacía meses, aunque el novio casi se nos fuga en un descuido)... y ese fue el fin de fiesta de este emocionante viaje, que terminó la mañana siguiente haciendo nuestras maletas y poniendo de nuevo rumbo a Barcelona. No sin antes buscar la fábrica de Mariquita Pérez para hacerle foto a una a las puertas de su casa, que por desgracia parecía estar abandonada. 




Y, como no podía ser de otra forma, sin la parada obligatoria en las puertas de la fábrica que tiene Famosa en Alicante y donde se encuentra la icónica estatua de Nancy donde pude tomar unas fotografías de recuerdo... 




No deja de entristecer que las puertas de la fábrica de nuestros sueños desde la infancia permanezca cerrada a cal y canto ante nosotros, una imagen que simboliza la palpable indiferencia que parecen sentir hacia el cliente nacional, que sin embargo ha sustentado durante tantos años la base de su economía. 






Jueves 18: Llovía con tal virulencia aquel día que era como si el cielo llorase nuestra partida... Fue muy triste despedirme de Onil, los tres días que pasé allí se me hicieron demasiado cortos y se quedaron tantas cosas pendientes de ver... como el laberinto de la Casa Tápena (donde la leyenda cuenta que si tocas el cedro central, pides un deseo y consigues salir sin perderte, tu deseo se cumplirá), los otros museos de Ibi y el monumento a los Reyes Magos, el castillo de Castalla que solo atisbé a lo lejos desde el museo de Fabiola o el pueblo de Xixona... Definitivamente habría que volver algún día y a ser posible coincidiendo con su fiesta de Moros y Cristianos, que por lo que nos han contado es digna de ver.





Me hubiera encantado terminar así la entrada pero, sino diera algún que otro pequeño tironcito de orejas (con todo mi cariño, eso sí) no sería yo... Como por todos es sabido, nuestro país nunca ha sabido valorar debidamente su producto nacional (más allá de la gastronomía o la música), llegando incluso a denostarlo, por eso no es de extrañar que muchas de nuestras muñecas no hayan sido debidamente apreciadas y solo un pequeño porcentaje de ellas (por haber formado parte de nuestra infancia o haberse puesto de moda con los años) se haya logrado salvar del olvido. Poco se puede hacer ya por aquellas que apenas fueron nombradas con una sencilla referencia numérica, o las que ni siquiera llegaron a ser fotografiadas, pero sí podemos y debemos evitar que esto suceda con las que se están fabricando actualmente...


La pandilla que volvió de Onil...
para Nancy, Aster, Kaori, Paola, Abba, Juanin, Miyo y Barriguitas
fue un viaje de ida y vuelta (mi intención era llevar representación
de todas las marcas para hacerles fotos delante de sus respectivas
fábricas, pero no fue posible), a Sofía de Manolo Dolls y Eva de Berjuan
las compré allí (faltó Liz que, junto a la silla de Mariquita, me la enviaron
por correo) y Rosabella y Peonía son regalo de cumpleaños ;)

Que levante la mano aquel que, como yo, haya pagado hasta 200€ por una muñeca extranjera actual y no sepa que existen muñecas como Fany de Berbesa o Kaori de Así (por poner tan solo dos ejemplos), cuyos moldes nada les tienen que envidiar y que cuestan menos de la cuarta parte?... es una verdadera lástima que esto suceda y toda la culpa la tenemos nosotros. Empezando por los propios fabricantes (entren todos y sálvese el que pueda -tal vez Paola Reina sería la excepción que confirma la regla-) que no le dan a sus muñecas el valor que les corresponde, en primer lugar otorgándoles un nombre que las salve del olvido y las vuelva más fácilmente reconocibles (incluso las de marcas punteras aparecen en plataformas de venta como Amazon bajo el apelativo de "muñecas multicolor" o similares y en sus páginas oficiales a veces también cuesta dar con el nombre exacto de cada una). Entiendo que es más económico fabricar cajas genéricas con el logotipo de la marca en distintos tamaños que personalizarlas con las líneas propias de cada muñeca, pero tal vez se podrían añadir en su base pegatinas identificativas de cada modelo (tampoco estaría mal crear envases funcionales, parecidos a las cápsulas de las Barbies Color Reveal, que luego sirvan para exponerlas protegidas del polvo e incluso que pudiesen ser apilables entre sí) o aunque solo fuera en la etiqueta que cuelga de su brazo (al lado del certificado de Onil Origin, por ejemplo), deberían tener un nombre propio para que sean fácilmente reconocidas y tal vez así con el tiempo conseguir adquirir la misma importancia que se les está dando a los muñecos bebés. Por otro lado, encuentro fantástica y plausible la iniciativa del sello Onil Origin, a la que me he referido en varias ocasiones. La unión hace la fuerza y un sello de calidad que cruce fronteras es indispensable para darle valor al producto, pero... si tan solo lo conforman cinco marcas, habría que plantearse si sus requisitos de acceso son excesivos. También es una pena tener que dejar fuera a otras empresas punteras como Arias (Castalla) por tener sus fábricas a escasos km de Onil, pero en la misma cuna del juguete y cuyas plantillas llegan a estar formadas mayoritariamente por ciudadanos colivencs... sin embargo, estos han sido pioneros en obtener el sello OEC (Origen Español Certificado), al que con el tiempo podrían ir sumándose otras empresas. Famosa también debería agruparse (sino en el mismo sello, creando otro parecido que pueda albergar la totalidad de fabricantes de muñecas y juguetes españoles), al menos con las líneas de sus muñecas que se sigan fabricando aquí como las Nancys de colección y así reconciliarse de alguna manera con sus orígenes, servir de apoyo a empresas más pequeñas y tal vez con el tiempo poder incrementar la fabricación nacional por ser al menos igual de competitiva que la extranjera. Copiarse solo en formulas de mercado que funcionen, teniendo el ejemplo de Mariquita o Nancy (cuyas muñecas incluían líneas de vestuario, accesorios y mobiliario), fomentando el consumo hasta en su publicidad ("colecciónalos todos") y dando también merecida fama a sus escultores (que Tino Juan sea un pionero y no la excepción... Cuánta gente compra muñecas como Ruby Red solo por llevar el molde de Dianna Effner?) o incluso recurrir a modistos prestigiosos como Ion Fiz, que ya ha creado sus propias líneas de moda para muñecos, si con ello se consigue potenciar las ventas de los mismos... Todos en general deberían aportar su granito de arena, dejar de ver al enemigo en casa y unirse para formar una industria fuerte y competitiva contra el mercado internacional y la fabricación en China. Por último, nosotros, los consumidores... podemos seguir comprando muñecas extranjeras, faltaría más, pero sin olvidar que las de casa dependen de nosotros y deberíamos ser los primeros en recibirlas con los brazos abiertos, hablar de ellas y sobre todo consumirlas para que no terminen en el olvido, descatalogadas y lo que es peor; quebrando sus empresas o con fabricantes autónomos casi arrepentidos de haber iniciado una andadura que solo les proporciona cierta satisfacción personal, pero exiguos beneficios en los que es imposible sustentarse.




No sé si debería haber silenciado este apartado reivindicativo pero, una vez vas allí y lo vives de primera mano, todo cobra sentido. Da igual con quién hables, porque en definitiva todos los lugareños tienen alguna relación (ya sea de forma directa o indirecta ) con la fabricación de juguetes, todos tienen algo que decir y todos merecen ser escuchados. Así que si, animad@s por mi experiencia, decidís embarcaros en vuestra propia aventura hacia la cuna del juguete, esta es mi más sincera recomendación: preguntad hasta que encontréis las respuestas que estéis buscando y haceros eco de ello en pos de fomentar y apoyar así también nuestra industria.



Tampoco puedo despedirme sin agradecer, una vez más, a todas aquellas personas que nos hemos encontrado y que sin duda han hecho de este, el viaje de nuestras vidas 😘😘😘